Llevar un registro de recetas permite tener una lista de los ingredientes, junto con las instrucciones adecuadas, y poder realizarlas en forma correcta cada vez que se necesite.
Para una mejor organización, es recomendable que estén bajo algún orden, ya sea alfabético o de acuerdo a sus ingredientes principales, por ejemplo tipos de carne y vegetales, salado y dulce o incluso de acuerdo a su forma de cocción.
Cada receta debe contener en primer lugar la totalidad de alimentos, sus cantidades y los utensilios que deben utilizarse. Luego, el paso a paso para combinarlos de acuerdo a un orden establecido y respetando las proporciones. Es importante, también, agregar anotaciones con secretos o consejos para que las recetas salgan perfectas.